La Educación Especial en Puerto Rico: Un Sistema al Borde del Colapso

Nota del Editor: Columna invitada como parte de nuestra sección “Opine usted” . Noticias de Bayamón no necesariamente se solidariza con las opiniones vertidas en esta sección.


La Educación Especial en Puerto Rico: Un Sistema al Borde del Colapso. (Escrito por Valeria Gómez)

La educación especial en Puerto Rico enfrenta una crisis sin precedentes. Mientras las familias luchan por garantizar servicios esenciales para sus hijos, el gobierno ha fallado en cumplir con los pagos a los proveedores bajo el programa de Remedio Provisional, generando un efecto en cadena que pone en riesgo el bienestar de los estudiantes más vulnerables. 

Desde hace años, los padres y educadores han denunciado la incapacidad del sistema para satisfacer las necesidades estipuladas en los Programas Educativos Individualizados (PEI), pero la situación ha alcanzado un nivel alarmante. El retraso en los pagos ha causado la reducción de servicios esenciales como terapia ocupacional, patología del habla y apoyo psicológico. A esto se suma la falta de recursos materiales y tecnológicos, dejando a los estudiantes sin las herramientas adecuadas para su desarrollo. 

El Remedio Provisional se implementó como una medida para garantizar que los estudiantes de educación especial recibieran los servicios que el Departamento de Educación no podía proveer directamente. Sin embargo, el incumplimiento en el desembolso de fondos ha convertido esta solución en otro obstáculo. Los proveedores han tenido que reducir sus operaciones o, en algunos casos, suspender servicios por completo, afectando directamente el progreso académico y social de los niños. 

El impacto de esta crisis no solo se refleja en las limitaciones educativas, sino también en el estrés emocional de las familias y los propios estudiantes. Padres se ven obligados a cubrir costos que deberían estar garantizados por el estado, mientras los niños experimentan interrupciones en su educación que afectan su desarrollo y autoestima. 

La educación especial no es un lujo, es un derecho. Los niños que dependen de estos servicios requieren un sistema eficiente y comprometido con su bienestar. Es imperativo que el gobierno tome acción inmediata para solucionar el problema de los pagos y reforzar el cumplimiento de los PEI. La falta de acción no solo perpetúa la injusticia, sino que compromete el futuro de miles de estudiantes. 

El llamado es claro: se necesita una respuesta inmediata, transparente y efectiva. No podemos seguir permitiendo que la educación especial en Puerto Rico se desmorone mientras quienes más la necesitan quedan en el abandono.

Valeria Gómez es residente de Bayamón y Maestra e Intercesora Certificada de Educación Especial.

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